the Kinks

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martes, 30 de abril de 2013

ALCOHOL


OH DEMON 
Los nacidos en los primeros sesenta , por lo menos en éste país, estamos marcados por una especie de atracción por la englishness derivada de ver películas como Oliver Twist, mucho orfelinato , mucha fachada de ladrillo rojo oscuro por el efecto de turba quemada, mucha escena de maltrato en el dead-end street del tutor de turno y mucha tetera,  circo, guantes de lana sin dedos, castañeras y papel pintado, como el del fondo de este Kinkdom. La serie Arriba y Abajo lo remató,  ya algo más mayorcitos.
El caso es que esas películas con interludios musicales de niños abandonados de caras sucias, nos abrieron los ojos a cierta ensoñación romántica con la ciudad del Támesis que ya venía desde Peter Pan y Mary Poppins y a un interés por el lado oscuro de la vida que allí se intuía. Algunas escenas eran fuertes de verdad con esa música de titiriteros, muy del este de Europa. Madre de Dios la escena de Miguel Strogoff cuando le ponen en los ojos la espada incandescente, aquello era gore del bueno.
Por eso,  el impacto que nos produce Alcohol, la canción oscura del Muswell Hillbillies, es aquel pero algo estructurado,  la oscuridad en fondo y forma. 
En todo cuento tenemos una escena de terror, en este larga duración, ese momento transcurre durante la ejecución de  Alcohol.
Tom Waits no nació en los sesenta pero desde luego también sintió fascinación por los barfly y todos esos seres con sus propios códigos de conducta fuera del los de la gente corriente que como mucho paga una multa cada dos años.
Otra vez, en lo musical los sonidos del Ejercito de Salvación, otra vez ese sonido de banda de Nueva Orleans de garrafón, otra vez lo que le encanta a Randy Newman ( su Guilty de 1974 es prima hermana y quizás nació de Alcohol, quién sabe), otra vez un relato sencillo y sublime de los derroteros a los que la vida te lleva,  por decisiones equivocadas por amores que matan. Retratista.
Oporto , Pernod o Tequila, lo que sea por escapar del infortunio constante. El caso es que temas como la violencia doméstica, sufrir la traición , la marginación social y el refugio personal en el exceso, ese pecado capital  como otra opción vital más,  se dan cita en esta pieza sublime y clásica, con un acabado de maestro armero.
Estamos en terrenos que pocos han sabido manejar con tanta destreza: un ejemplo a la contra, John Lennon era un genio y podía hacer que una frase sonara perfecta ( poesía sonora ) pero Ray tenía un plus, poesía sonora y humana (poesia) entendible y nada pretenciosa pero siempre universal. Comparar es de necios, lo sé pero lo utilizo para ver la valía de este hombre nunca valorado lo suficiente.
El resultado: sus canciones envejecen sin arrugas o lo que es lo mismo, no cumplen años.


A sinner who used to be a winner. Interpretación SENSACIONAL, o ¿es que os pensabais que Tom Waits había inventado las canciones de borrachos? Vodevilesco, tremendo Ray, de los artistas más geniales nacidos en el siglo XX. El retratista del siglo XX.Dickensiano en Alcohol. Y como dice eso de " hay pecadores por aquí"
Tíos,  estoy colgado, colgado de nuevo con este disco, sólo me produce pleno placer meterme a hablar de él. !Qué nunca acabe por Dios!




3 comentarios:

  1. Amén.
    Pd: Copio y comparto cada una de tus palabras (parece que las he escrito yo)*.
    Irresistible vodevil. Crudo retrato del demonio líquido, con devastador estribillo. Adoro esa vena neworleans de Ray.
    (La canción también parece una de las nuestras)*
    *jeje

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  2. Sí, es una POM, pero me cuesta escucharla. No sé por qué.

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